EYACULACIÓN PRECOZ 

  

Es el trastorno sexual más frecuente en los hombres junto con la disfunción eréctil.

Se denomina eyaculación precoz cuando se produce la eyaculación de forma persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee. Se deben tener en cuenta los factores que influyen en la duración de la fase de excitación, como son la edad, la novedad de la pareja o la situación y la frecuencia de la actividad sexual.

 

Es difícil encontrar causas orgánicas para esta disfunción por lo que su tratamiento es básicamente psicológico.

 

Es frecuente que se trate de una conducta aprendida por el hombre al realizar masturbaciones o coito en situaciones de alta ansiedad o con urgencia de tiempo por el temor a ser descubierto. Una vez que se aprende a eyacular rápido, es difícil controlarlo de forma voluntaria.

 

La incapacidad de controlar el orgasmo provoca sentimientos de incomprensión y de culpa por sentir que no se satisface a la otra persona, a parte de la frustración por sentir que su propio placer ha sido insuficiente y breve. Debido a estos sentimiento de culpa, frustración y vergüenza, muchos hombres optan por limitar o evitar los encuentros sexuales, lo que aumenta su inseguridad y ansiedad respecto al sexo.

 

La terapia psicológica te ayuda, entre otros objetivos, a que aprendas a controlar el reflejo eyaculatorio de manera voluntaria, consiguiendo un mayor control de tus relaciones.