Los Problemas sexuales son mucho más frecuentes de lo que las personas creen ya que no es un tema que se trate aún de forma abierta. Los problemas sexuales no tiene por qué ir asociados a la edad, encontrándonos en consulta a personas cada vez más jóvenes. Debido a la sociedad estresante en la que vivimos, cada día tienen más incidencia.

La insatisfacción con la vida sexual, la falta de comunicación en la pareja, problemas de pareja, educación estricta, tabúes sexuales, ansiedad, la forma en la que inició en el sexo, deseo de complacer, la culpabilidad o la falta de autoestima suelen estar presentes en el origen y mantenimiento de las disfunciones sexuales.

A día de hoy sigue existiendo un sentimiento de vergüenza o culpabilidad al hablar de la propia sexualidad pero cada vez son más las personas que acuden a consulta por este motivo, entendiendo que el sexo es una función más del ser humano y que hay que mejorar al igual que tratamos otro tipo de problemas.

Siempre hay que acudir a un médico especialista (ginecólogo, urólogo) para descartar un problema físico. Si la exploración es normal, entonces podremos determinar el carácter psicológico del problema. Otro indicio de que el problema es psicológico es cuando mediante el sexo a solas no aparece el problema o es menor, acentuándose en situaciones determinadas (nueva pareja, lugar inadecuado, estrés...).

 

No es necesario tener pareja para poder resolver un problema sexual ya que las técnicas específicas de tratamiento se pueden aplicar solo o con pareja con resultados muy satisfactorios.

  

A continuación se exponen los factores psicológicos que predisponen, desencadenan y las disfunciones sexuales (Hawton, 1988).

 

Factores predisponentes:

  • Educación moral y religiosa restrictiva.
  • Relaciones deterioradas entre los padres.
  • Inadecuada educación sexual.
  • Experiencias sexuales traumáticas durante la infancia.
  • Inseguridad en el rol psicosexual durante los primeros años.

Factores precipitantes.

  • Parto.
  • Problemas generales de relación de pareja.
  • Infidelidad.
  • Expectativas poco razonables.
  • Disfunción en la pareja con la que se interacciona.
  • Algún fallo esporádico.
  • Reacción a algún trastorno orgánico.
  • Edad (y cambio en las respuestas como consecuencia de ésta)
  • Depresión y ansiedad.
  • Experiencias sexuales traumáticas.

Factores de mantenimiento

  • Ansiedad ante la interacción sexual.
  • Anticipación del fallo o fracaso.
  • Sentimientos de culpabilidad.
  • Falta de atracción entre los miembros de la pareja.
  • Comunicación pobre entre los miembros de la pareja.
  • Problemas generales en la relación de pareja.
  • Deterioro de la autoimagen.
  • Miedo a la intimidad.
  • Información sexual inadecuada.
  • Escaso tiempo dedicado al galanteo o caricias antes de pasar al coito.
  • Trastornos comportamentales más generales (estados de ansiedad, alcoholismo, anorexia, depresión....)